Por José Ignacio Morales Conde
Hubo un tiempo en el que todos los deportes de contacto parecían vetados para las chicas. Ya no.
Hubo un tiempo en el que ser jugadora de rugby parecía que estaba reñido con la clase, la elegancia o la feminidad. Ya no
Hubo un tiempo en el que llevar la arlequinada del CAR era una cosa atípica, y pasó (llegamos a tener equipo femenino antaño), hoy tenemos muchas. Ya sí.
Imaginemos que la evolución del crecimiento de un modesto club de rugby pasa por seguir apostando por la cantera, pero, a su vez por hacerlo más inclusivo, más representativo de la sociedad, más ambicioso. Gestionar más fichas es una gran responsabilidad, implica nuevos ingresos, pero tener la ratio de entrenadores por rugbier presionada y esto se extrapola a los campos, al material, al equipamiento o al número de delegados…..Crecer es una cuestión estratégica, muy sensible a dejarse llevar por «uno o dos más jugadores no se notan», pero que al final termina reventando el sistema. Crecer con un plan ayuda, requiere de personal convencido y dedicado a hacer grande tu proyecto, lento pero con visión y la paciencia necesaria.
Acercarse a más colectivos puede ser distinto, si hago una sección femenina o me dedico a montar un equipo de rugby inclusivo lo que echo a andar es un proyecto, una ilusión, un potencial de mejora que abre el Club a otras familias y que le aporta a los valores que ya defendemos, otras vertientes.
Así empezó la temporada 2022/2023, con unos balones ovalados de la talla 4 rotulados con la palabra FEM, con dos ilusionados entrenadores (¡gracias, María Rus y Antonio Rodríguez por el trabajazo!) y un delegado que parece que todo lo consigue con serenidad y buen talante (grande Manuel Lianes). Poco a poco el cuarto de campo de rugby reservado para la nueva categoría se fue llenando de más y más niñas; a las hijas de los entrenadores y de algunos VETS se fueron sumando compañeras del cole, vecinitas, conocidas de la playa o de alguna otra actividad extraescolar. Las mochilas de las rugbiers se iban acumulando bajo las «haches» del campo de San Pablo en los entrenamientos y, para sorpresa de todos, se ha convertido en un equipo que no para de crecer, que tiene un futuro impresionante y que, como pasa en los clubes con más presupuesto e influencia, se ha convertido en una división que se consolida.
Los primeros partidos ya han tenido lugar. A las arlequinadas les sienta muy bien competir. Las categorías M12 y M14 tienen representantes del CAR en estos torneos. Se nota la garra. Se notan los entrenamientos físicos y tácticos bien planificados. Se nota el apoyo de la hinchada de padres, madres y simpatizantes. Son nuestras guerreras que se dejan su alma en el campo y lo hacen muy bien.
Complementado todo esto con hitos como la presencia en las selecciones andaluzas, y siendo el primer club en la historia del rugby español en presentar un equipo íntegramente femenino en M14 a un Campeonato de España de rugby.
Hubo un tiempo en el que todos los entrenamientos acababan con un «uno-dos-tres….¡AMIGOS!», hoy por hoy, todos los martes y jueves hay un grupo muy importante de chicas que lo dan todo, entrenan como las mejores y que chillan con ganas su grito de guerra concluyendo con un «¡AMIGAS!» que representa un nuevo sueño del CAR #vamosCAR #nosomosunequiposomosclub #CARfemenino #rugbyfemenino