«Saber cuál es tu función en el campo es fundamental. Haces más con menos esfuerzo»

Rafael Camacho Bilbao es el jugador más internacional del Club Amigos del Rugby (CAR). Ninja Camacho, su apodo, jugó muchas veces en la Selección Andaluza y hasta 32 en la Selección Nacional absoluta en Quince y Seven. Con los amigos forjó su gran carrera deportiva.

Su primer contacto con el oval fue a los 8 años. Llegaba a los entrenamientos del colegio Portaceli en su bici de trial. Se retiró a los 34. A este flanker (1,92 m. 100 kilos), también segunda línea, los suyos lo recuerdan como un crack: superdotado físicamente, atleta nato, muy agresivo en defensa, gran placador, saltador de la touche corta y recuperador de balones.

Amante de los deportes de riesgo, practica descenso en bicicleta, enduro y crossfit. Quienes le conocen afirman que detrás de este gran deportista, tímido, hay una persona noble, muy trabajadora y constante, que hace una gran piña con sus hermanos: Juan, Pablo y Ángel.

De los tres valores del Club Amigos del Rugby: competitividad, amistad y respeto. ¿Cuál le ha servido más en la vida?
La amistad.
¿Y en lo profesional?
Un mix de amistad y respeto.
¿Qué le ha aportado el Rugby en su vida?
Amigos y vivencias.
¿Su corazón es rojiverde?
Por supuesto.
Es de la quinta de…
Jorge Carlos, Ángel Jaime, Peluca (Fernando Terán), Manu Díaz Culebra, Salva Basagoiti, Iñaqui Moreno, Pablo López De Coca…
¿Quién le enseñó a amar este deporte?
No sé si realmente he amado este deporte. Mi pasión ha sido siempre la bicicleta y las motos. Del rugby me gustaba más la parte social. El rugby en sí no es un deporte que me entusiasme, pero siempre estuve rodeado de muy buena gente y eso fue lo que tiró de mi para seguir jugando.
¿Una frase que no olvida?
Una palabra. La de “Amigo” antes de los partidos en la piña que forman el 15 inicial.
¿El mejor momento de su carrera deportiva?
No sé si fue el mejor, pero el más emotivo que recuerdo fue la clasificación para la final del Campeonato de España con Juveniles. Nos entrenaba Jaco y Juanlu Beltrán.
¿El peor?
Las lesiones. Rodillas, clavícula, hombro, etc. Tengo muchas heridas de guerra.
¿Su mejor entrenador?
Recuerdo con mucho cariño a Jaco y Juanlu Beltrán, Jose Ignacio, Marco Justiniano y Juan Arenas.
¿Un consejo?
Saber cuál es tu función en el campo es fundamental. Haces más con menos esfuerzo.
Dicen que no le gustaba entrenar, pero que le encantaba jugar. ¿Es así?
Sí. No faltaba a ningún entrenamiento, pero no me gustaba entrenar, ni los golpes. Iba por respeto a mis compañeros. Cumplía y en el campo me esforzaba algo más.
¿Y qué bebía Danup en los terceros tiempos?
Hasta los 24 años no empecé a beber alcohol.
¿Y que su experiencia Erasmus le cambió para bien?
Ahí me cambió el chip. Empecé a disfrutar de cosas que antes no disfrutaba. Empecé a ser un poco más sociable. No era introvertido, pero sí, tímido.
¿Cuánto sacrificio hay detrás de un rugbier con buen cartel y tantas veces internacional?
Mucho. Los fines de semana que no estás y lo que te pierdes por los entrenamientos.
¿Una anécdota con la Selección en Rusia?
Furgón de la Policía. No voy a dar más detalles. Moscú.
¿Le hubiera gustado ser portero de fútbol?
(Risas). Aquí hay dos temas. Odiaba jugar de segunda. Siempre decía de broma, cuando salga de segunda, los primeras líneas tienen que llevar calzonas de portero, con alcolchado en los laterales. Y, luego, en un partido de Seven en El Puerto de Santa María que, tras un tercer tiempo, acabé jugando con guantes de portero.
¿El último partido?
En Argentina con el equipo Maristas contra Liceo. Viví en Mendoza siete años. Jugué dos años al rugby.
¿Qué le dice a su hijo cuando va a entrenar?
Nada, no le gusta que vaya a verlo entrenar. Ha empezado este año en la Academia del CAR en Sub-14. Salió de él. Está entusiasmado.
Como empresario ¿Cómo ve la vida postpandemia, con la guerra de Rusia invadiendo Ucrania?
El primer semestre de 2022 va a ser muy complicado. El entorno cambia cada vez más rápido. Si no eres ágil, mueres. Tienes que tener empresas con una estructura muy flexible, de rápida adaptación a los cambios…

#OrgulloCar
#NoSomosUnEquipoSomosClub

Texto: Marta Conde