. El CDU Granada soñó, trabajó y se hizo con el triunfo
Expectación en Cartuja en la segunda final que disputaban los arlequinados. Ocurrió este sábado, 12 de febrero. No había nada de lo que lamentarse, ni de las bajas, ni de los convocados para la FAR. Contábamos con una buena entrada, un buen terreno de juego y un arbitraje que a la postre fue excepcional. Lo cierto es que al final ganó la actitud, la competitividad y la ambición del que más claro lo tuvo.
Hubo dos mitades, una para cada equipo. El CAR mostró solvencia y jugó casi toda la primera parte en terreno del CDU Granada. Concretamente, en su 22. El rugby enseña que cuando pasas tanto tiempo acosando al rival debes materializar, de lo contrario, te puedes arrepentir.
El CDU Granada ya anotó en el minuto cinco con un pase largo interceptado por su centro que ya nos hizo notar lo concentrado que estaban los granadinos.
Los arlequinados reaccionaron y ensayaron dos veces (Julio Morales y Carlos Mariné). Luego, ya no se movió el resultado a nuestro favor. Terminamos con solo 10 puntos, no solo en la primera parte (que acabó 10-17, gracias a un nuevo ensayo del rival y un golpe a palos), sino que sería el puntaje final de nuestros Sub-18 a final del partido.
La segunda parte fue un recital de aciertos de los nazaríes, de menos a más y controlando el partido, sin nerviosismo. El CAR no perdió la cara, lo intentó en todo momento y fue ganando confianza en las touches y con las patadas defensivas. El CDU Granada confirmó su buen momento con dos ensayos más transformados dejando el resultado final a 10-34.
Las finales hay que jugarlas, hay que llegar a ellas, disputarlas y sufrirlas. Aprender de ellas y disfrutarlas como vencedor o vencido.
¡Bravo por Granada!
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