- La joven, de 21 años, llegó al Club Amigos del Rugby en la temporada 2019/2020 gracias a Gabriel Suárez, su profesor de Rugby de la carrera: Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Pablo de Olavide (UPO)
- María Ester González Beortegui es Deportista de Alto Rendimiento de Patinaje Artístico en la modalidad Solo Dance
- Para ella, el rugby es otro arte del que aprende cada día
Su vida transcurre entre tres pistas: Amate, Tomares y San Pablo: parquét, cemento y hierba. Es Ester González Beortegui, deportista de Alto Rendimiento de Patinaje Artístico y preparadora física de SUB 18 y Senior B del Club Amigos del Rugby. A sus 21 años, esta estudiante de 4º de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Pablo de Olavide (UPO), lleva tatuado en su ADN valores como perseverancia, iniciativa, compromiso, trabajo en equipo y bajo presión. Lo tiene claro: el rugby la hace feliz. Aunque nunca ha jugado, no lo descarta. Y es que desde que conoció este mundo, supo que quería pertenecer a él. Desde 2019 está dentro del CAR, entregada a la causa. Lo suyo, como todo en esta gran familia de amigos, es entrega y pura pasión.
¿Cómo llegó al CAR?
Gracias a mi profesor de rugby de la carrera. Gabriel Suarez me dio la oportunidad de llevar la preparación física de este Club en diferentes categorías. Llegué en la temporada 2019/2020.
¿Cómo prepara un entrenamiento?
En la mayoría de los jugadores, en función de los aspectos a mejorar que previamente me han comentado los entrenadores. Cuando hay partido, lo preparo según el número de minutos que haya jugado cada uno y los divido por grupos.
¿Dónde pone el foco? ¿En trabajar la fuerza?
Mayoritariamente en la mejor de la fuerza, sobre todo del tren inferior, aunque también suelo trabajar mucho a nivel de CORE. Este año, en comparación al anterior, lo he enfocado un poco más a la prevención de lesiones.
¿Las más comunes?
Rodillas y hombros.
¿Cree que los jugadores de rugby están hechos de otra pasta?
Un jugador de rugby no se puede comparar con un jugador de otro deporte de equipo. Son únicos.
¿Cómo pone a punto sus capacidades físicas?
Cada cierto tiempo, a todos los jugadores se les pasan unos test y, según los resultados, establezco el volumen y la carga que voy a trabajar con ellos.
¿Qué no se cansa de repetir al equipo?
Que todo lo que hago es para ayudarles a mejorar su condición física, pero que, si no ponen de su parte, mi trabajo no sirve para nada.
¿Cuánto influye el ánimo?
El estado de ánimo de una persona es lo que más influye a la hora de entrenar. Al ser un deporte de equipo, si hay un jugador que no se encuentra bien a nivel de estado de ánimo, el resto de compañeros se ven perjudicados.
¿Qué destacaría de los Senior B?
El buen rollo que hay dentro del equipo, tanto en el campo como fuera.
¿Un momento que no olvidará?
La alegría que se llevaron el día que les dijimos que habían subido a primera regional.
¿Lo que no falla para estar concentrado antes de una competición?
Pensar que el trabajo ya está hecho y disfrutar dando nuestro 100%.
¿Qué le ha aportado el rugby en su vida?
Felicidad y pasión por este deporte.
Cambiamos de tercio. ¿A qué edad se puso los patines?
A los seis años.
¿Aún los conserva? ¿Quién se los regaló?
Si. Los tengo guardados en su bolsa. Me los regaló mi madre.
¿Si patinar es un arte, el rugby es…?
Otro arte, del que cada día aprendo más.
¿Dónde ve el punto mágico de conexión?
En como es este deporte. El respeto que hay en el campo, tanto jugadores con jugadores, como jugadores con los árbitros…
¿De dónde nace su pasión por el patinaje?
Cuando me enteré que una amiga mía de la infancia lo practicaba. Entonces, quise patinar.
¿Cómo ve el nivel del patinaje andaluz?
Depende mucho de la modalidad, pero en la mía, Solo Dance, Andalucía tiene uno de los niveles más altos de España. Dos de nuestras patinadoras han ido al Campeonato del Mundo quedando una de ellas, primera en el Mundial de 2018.
¿Su mejor coreografía?
Mi free dance de las temporadas 2018-2019 y 2019-2020. Interpreto la supervivencia de una especie que está a punto de extinguirse.
¿Alguna caída que haya querido olvidar?
No recuerdo el año, pero salté un doble. Me abrí en el aire y caí con la rodilla hacia dentro. Estuve mucho tiempo tratándome con fisioterapeutas. Volví relativamente pronto a patinar. Ahora es cuando veo que esa lesión está mal curada.
¿Qué aprendió?
Que es importante confiar en uno mismo y que no puedes ir pensando que te vas a caer.
¿El mejor consejo que daría a alguien que está lesionado?
Que hay que ir a ver a los diferentes profesionales, según la fase en la que se encuentre la lesión para recuperarse correctamente y lo antes posible.
¿Lo mejor de competir?
Volver a ver a todos los compañeros/as que conozco en los diferentes campeonatos y disfrutar en la pista de este deporte.
¿Lo peor?
Los nervios, que juegan malas pasadas.
¿Qué siente en la pista de parquet?
Emoción de poder seguir disfrutando de este deporte. Es mi segunda casa.
¿Y sobre la hierba de San Pablo?
Ganas de seguir disfrutando de este deporte. Las horas en el campo de San Pablo pasan volando y cuento las horas para volver al verde.
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¿Un superhéroe?
Capitán América.
¿Qué le motiva?
El afán de superarme.
¿Dónde busca su fuente de inspiración?
Para el patinaje, en Javier Fernández. Para el rugby, en Mar, preparadora física de la Federación Española de Rugby.
¿A quién admira en su día a día?
A mis padres.
¿Algún ritual que haga siempre antes de competir?
Coger tres veces mucho aire y soltarlo muy lento antes de salir. Una vez que estoy en la pista, lo repito una vez más antes de que pongan la música.
¿Un viaje pendiente?
Italia.
¿Una película?
Avatar.
¿Un libro?
Leal (Saga Divergente).
¿Una banda sonora?
Transformers.
¿Una frase que tenga grabada?
¡Vas a conseguir todo lo que te propongas en la vida!
TEXTO: MARTA CONDE