– CAR Coanda se impone (63-05) a EXTREMADURA C.A.R. CÁCERES en el último partido de la temporada.
– La contundencia defensiva y los pocos errores de placajes hicieron que el equipo sevillano se gustase en el campo, afianzando su confianza y saliendo todo el juego de equipo que llevan entrenando desde meses.
Lluvia y barro, la combinación perfecta para jugar. Gran victoria de CAR Coanda frente al EXTREMADURA C.A.R. CÁCERES (63-05) en la gran fiesta de final de temporada. El público asistente disfrutó de un CAR que regaló jugadas de rugby clásico. Y es que la estampa de la afición se echaba de menos en San Pablo.
Partido serio en el que el CAR Coanda salió concentrado y consciente de lo que se jugaba, un encuentro importante, el último del año, la 6ª jornada de División de Honor B, Grupo C. Lo hacía ante un rival directo que alinea a experimentados jugadores nacionales y extranjeros de gran fortaleza física. Aunque en los primeros compases hubo errores de caída de balón, debido a las condiciones del campo, el equipo sevillano, sin prisas, consiguió enlazar buenos pases. El CAR, con una defensa fuerte, gestionó bien el maul, la melé y la touche, traduciéndose en puntos. 24-0 al cierre del primer tiempo. Por su parte, el C.A.R. CÁCERES, que solo traía tres suplentes en el banquillo, con buena resistencia, lo intentó, sobre todo con sus jugadores más fuertes, el 2 y el 12.
En la segunda parte, los jugadores arlequinados siguieron con su velocidad de crucero siempre proponiendo jugadas y manteniendo unos niveles de posesión del oval que hacían imposible cualquier atisbo de reacción del C.A.R. CÁCERES que, a pesar de las dificultades, no le perdió la cara al partido como muestra su postrero ensayo.
Los colegiales dominaron melé y touche y afianzaron una tendencia tan importante como esperanzadora para lo que resta de campeonato. El buen juego se contagió entre todos los jugadores manteniendo el nivel hasta el final. Los cambios (los que entraron tenían ganas de sumar) aportaron estabilidad al conjunto sin bajar un ápice el rendimiento colectivo. Muestra de ello, los dos ensayos conseguidos por Selu tras entrar al campo.
La contundencia defensiva y los pocos errores de placajes hicieron que el el equipo sevillano se gustase en el campo, afianzando su confianza y saliendo todo el juego de equipo que llevan entrenando meses. Aunque cada uno hizo su trabajo (Napo, Buendía, Zambrano, Jabase, Gonzalo, Forte, Khalil, Gallardo…), lo cierto es que las continuas cargas y arreones de Ignacio Agra, tiraron del equipo en el plano ofensivo, a la par que su trabajo sin balón daba consistencia a la defensa de tres cuartos donde se batió el cobre con un Golden Boy, que sigue creciendo, para conseguir anular a los dos desequilibrantes jugadores de las islas del Pacífico que tiene el equipo extremeño en su línea de tres cuartos.
Los de José Ignacio Moreno y Augusto Macchia despiden 2020 con un gran cierre. Su objetivo es mantener estas sensaciones para afrontar una nueva final en Madrid. SiCAR Coanda trae puntos será el primer escalón para aspirar a cotas mayores. La cita será el 10 de enero contra C.D. Arquitectura. #nosomosunequiposomosClub
