Mamá, ¡quiero ser Old Parker!


En el trofeo de veteranos europeos EGORF celebrado en Sevilla en junio, se les ha visto jugar y disfrutar de su amor por el rugby
Son mayores, con cicatrices que demuestran que han vivido, se muestran felices y aman el rugby. Abundan en los clubes de nuestra ciudad y siempre están dispuestos, sobre todo, a ayudar. Quedan pocos, unos treinta y tantos, y si los ves en acción se muestran como súper héroes ya que han sido tocados por los valores de la vocación de servicio, la charla divertida y cuentan con una interminable caja de consejos para todos y para cada situación. Siempre tienen una sonrisa.
Cuando los ves vestidos de gala llevan una camisa de rugby negra con algunos signos muy distintivos que demuestran su solera: números en romano en la trasera (y es que un 15 no es lo mismo que un zaguero con un XV), un escudo en el pecho muy personal donde la hoja de helecho (para los andaluces “una pluma o algo así”) de los neozelandeses se ha cambiado por una pluma estilográfica (una Parker de las que tenían nuestros abuelos para firmar las cosas importantes), y todo llevado con garbo y elegancia ya que se trata de una camiseta negra de rugby, de las clásicas, que cuando se la ponen les rejuvenece y les devuelve sus mejores habilidades deportivas. A veces los he visto con una “cap” una gorrita con escudos y letras bordadas que viene coronada con un borlón que les da elegancia y nobleza….sólo ellos son herederos de poder llevar este toque tan aristocrático.
Algunos, siempre están presentes con su recuerdo, Antonio Mejías, Paco Alonso, Ramón Lamas, Felipe del Valle, Paco Gomar, Chapi, Tete, Eugenio Espiau, Cera….. que desde el tercer tiempo del cielo no paran de animar.
Cuando rascas y puedes hablar con ellos, descubres a Antonio, Andrés, Michel, Librero, Marchena, Vigueras, Adolfo,…..y ellos se presentan por sus motes,….Nenu, Gitano, Quini… No he visto nada más sencillo, nada más solemne, más completo. Y te aseguro que si coincides con ellos en algunas de sus juergas te garantizo buen comer, mejor beber y un sinfín de historias, risas y anécdotas. Aprendieron cantando, narran con sus canciones, bailan y demuestran al unísono festejando con un “soy galleguiño”, “que no me llamen romano” o “¡camarero! ¿qué?, ¡una de mero!”. A algunos nos dijeron que cantar después de ganar hace que la victoria sea más perpetua y es que, sinceramente, sienta muy bien.
Se habla de los valores del rugby, de esos que todos conocemos y nos venden los clubes en sus webs y en sus discursos, creo que los Old Parker nos recuerdan en vivo y en directo que hay uno que es más grande: el respeto y admiración por los mayores. No lo olvides.
Si algún niño o niña les pregunta cómo se hace uno de este selecto grupo, seguro que le responden con cautela que lo mejor que pueden hacer es disfrutar del rugby en cada entrenamiento y en cada partido junto a los amigos. Si se interesan en saber dónde encontrarles, seguro que, con sensatez y buen criterio, cualquiera les podrá responderles que allí donde se practica el rugby y donde hay un club de cantera, los verás observando, animando, aconsejando e incluso demostrando que fueron y siguen siendo magos del oval.
Yo quiero tener esas marcas, mamá, esas cicatrices, quiero ser uno de ellos. Un Old Parker, en mayúsculas, en toda su esencia. ¡Larga vida a nuestros súper-veteranos!

Mamá, ¡quiero ser Old Parker!

5 comentarios en «Mamá, ¡quiero ser Old Parker!»

  1. Emocionante, emocionado y súper orgulloso de pertenecer a los OLD PARKER, siempre con el recuerdo de los que nos dejaron pero siempre están con nosotros.

  2. Que Grandes han sido y siguen siendo, que recuerdos más bonitos tengo de estos Grandes amigos, que bien lo hemos pasado jugando al Rugby y divirtiendonos, Desde Burgos un fuerte abrazo a todos y los que no están con nosotros seguro que estarán con el balón oval entre los brazos.

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